La funcionalidad no es el único punto que separa las ventanas correderas de las abisagradas.
Echemos un vistazo a los aspectos a tener en cuenta que complementan nuestra opinión en la toma de decisiones.
De forma general, podemos afirmar que las ventanas abisagradas son más eficientes térmicamente, proporcionan mayor aislamiento acústico y son más estancas.
Por su parte, las ventanas correderas permiten cubrir huecos de mayores dimensiones y a su vez optimizan el espacio.
ABISAGRADAS
+ Eficiente térmicamente
+ Aislante acústicamente
+ Estanqueidad
CORREDERAS
+ Dimensión de hueco
+ Optimización del espacio
COMPARATIVA GENÉRICA
Elementos de cierre
Las ventanas abisagradas utilizan juntas de caucho EPDM (más estancas que los burletes o cepillos utilizados habitualmente en las correderas).
Número de puntos de cierre
Cuantos más puntos de cierre, más seguridad y estanqueidad de la ventana. Tanto correderas como abisagradas admiten múltiples puntos de cierre. En las ventanas abisagradas podemos instalarlos en todo el perímetro, cosiendo prácticamente el marco a la hoja. Sin embargo, en las correderas, los puntos de cierre se sitúan únicamente en los laterales de la ventana.
Estanqueidad al agua
Todas nuestras ventanas abisagradas alcanzan clasificaciones superiores en el ensayo de estanqueidad al agua que las correderas.
Composición del vidrio
Por norma general, cuanto mayor sea la capacidad de acristalamiento de una ventana, mejores serán sus prestaciones térmicas y acústicas, al permitir vidrios de mayor espesor. Dentro de una misma gama, las ventanas abisagradas suelen admitir mayor capacidad de acristalamiento que las correderas.
Porcentaje de apertura
Bajo criterios genéricos, se puede afirmar que las ventanas abisagradas posibilitan una apertura total del hueco, algo que no ocurre con las correderas, ya que sus hojas ocupan una parte del vano en posición de apertura. Este inconveniente puede solventarse con la opción galandage que permite ocultar las hojas dentro del muro de obra, sin embargo, no es una solución estándar.
Apertura invasiva
Las ventanas abisagradas tienen apertura invasiva, es decir, las hojas ocupan espacio dentro de la estancia cuando abrimos la ventana, algo que no ocurre con las correderas. Se trata de un aspecto a tener en cuenta, fundamentalmente, cuando instalemos ventanas en estancias con superficie reducida y no queramos invadir el espacio interior.
Peso máximo/hoja
Las hojas de las ventanas abisagradas se sujetan al marco por medio de bisagras. Por esta razón, admiten menor peso por hoja (160 Kg/hoja en ventanas y 220 Kg/hoja en puertas). Por su parte, las hojas de las correderas descansan sobre un carril en la parte inferior del marco, permitiendo hojas de mayores pesos (hasta 400 Kg en apertura manual y 700 Kg en apertura motorizada).
Ancho máximo/hoja
Por esta misma razón, las ventanas correderas permitirán hojas de mayores dimensiones (hasta 4 metros) que las abisagradas (máximo 1,6 metros). Las ventanas correderas serán la opción más recomendable si buscamos cerrar grandes vanos.
Dado que los distintos tipos de apertura tienen pros y contras, tampoco debemos olvidar que siempre existirá un componente subjetivo que determinará la elección de un tipo de ventana u otra, en función de factores funcionales, estéticos o preferencias personales.